miércoles, 24 de noviembre de 2010

Grandes líneas de actuación propuestas por Colegio Minas 21 para la renovación del Colegio

Desde Colegio Minas 21 queremos apostar por las siguientes líneas de trabajo para el Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, considerándolas fundamentales para mayor beneficio de sus colegiados:

1º Cambiar la estructura organizativa del Colegio. Potenciar la toma de decisiones colegiada. Distribuir las atribuciones del Decano entre los vocales, permaneciendo la representación externa en manos de éste. El objetivo es evitar concentración de poder y ganar en transparencia.

2º Funcionar como un “Centro de Servicios”. El Colegio debe dar el mayor número de servicios de carácter profesional al colegiado, compatible con su presupuesto. Detectar a través de encuestas las necesidades formativas y de apoyo que se precisen, con especial atención a los ingenieros recién titulados, y a aquellos que decidan reciclarse.

3º Pactar con el mayor número de empresas posible la realización de prácticas por parte de los ingenieros de minas recién titulados, proveyendo a las empresas de listas de candidatos para seleccionar nuevas contrataciones cuando así lo precisen, y colaborando a formar el perfil que necesiten. Mantener una política activa de contacto con las empresas.

4º Cambiar los estatutos particulares en la medida que lo requiera la ejecución de los puntos anteriores, especialmente el primero, limitando la repetición de los mandatos de todos los cargos electos y regulando otros aspectos relevantes. En este sentido, y con el fin de incrementar la calidad y accesibilidad de los procesos electorales, se trabajará en la implantación del voto electrónico.

5º Mantener las actividades sociales actuales, fiestas de Santa Bárbara, espichas, viajes, concursos de pintura y relato y también conferencias, que no cabe duda de que benefician a la totalidad de nuestro colectivo. Racionalizar fechas, ubicaciones y horarios de los actos para permitir una mayor participación de los colegiados.

6º Abrir una vía de participación en la gestión y en los trabajos del Colegio a los colegiados que lo deseen, siempre bajo la tutela de los vocales, para que aquellos que deseen mantener una actividad (especialmente los jubilados), puedan hacerlo sin necesidad de presentarse a las elecciones como vocales.

7º En caso de que tenga buena acogida el apartado anterior, se podría potenciar para crear un grupo de voluntarios, integrado por veteranos y jubilados que deseen transmitir su experiencia a los recién titulados o a profesionales en dificultades, permitiendo la realización de prácticas a los nuevos colegiados o a alumnos de las Escuelas a los que interese.

8º Todos los apartados anteriores deben beneficiar por igual tanto a quienes estén colegiados en Asturias como a quienes lo están en Galicia. En este sentido, se utilizarán los medios tecnológicos y los planteamientos organizativos más eficientes para que este objetivo sea posible.

9º Valorar la actividad del Consejo, qué hace y qué resultados obtiene y el coste de su funcionamiento para contraponerlos, rendimiento y coste, y proponer una adecuación de ambos, para que los problemáticos ingresos futuros del Colegio se empleen en el ámbito que mayor beneficio causen en el colegiado y en la profesión, aligerando, si ha lugar, la estructura fija del Consejo que tantos recursos ha consumido a lo largo de los años.

10º Limitar a dos los representantes de cada Colegio en el Consejo, prescindiendo del representante de la Asociación, que no tiene voto y que representa otro gasto superfluo.

11º Modificar la representación de cada Colegio en el Consejo, haciéndola proporcional al número de colegiados de base con que cuente cada Colegio, de modo que cada uno de los dos representantes ostentará en el Consejo un número de votos proporcional al número de colegiados inscrito en su Colegio.

12º Estudiar la mejor organización colegial para la defensa de los intereses y la profesión entre el Colegio Único con delegaciones en las regiones que se estime, el Colegio Autonómico, en donde el ámbito del Colegio se corresponde con el de la Autonomía y el Colegio Supra-autonómico, la configuración actual, donde todos los colegios extienden su ámbito a más de una Autonomía.

13º Creación de un Registro por la Secretaría Técnica, al que puedan acceder los vocales, con todos los asuntos que entran en el Colegio por cualquier vía, sea del ámbito privado o de las demandas de peritaciones o de consultoría procedentes del Colegio de Abogados, o de cualquier Órgano Judicial.

Quiénes somos Colegio Minas 21

Estimados compañeros:

Tras una primera etapa en la que nuestra iniciativa se ha presentado como anónima, sin otra pretensión que la de dar pie a un debate abierto, en el que todos los colegiados pudieran participar sin limitaciones impuestas por su contexto personal y profesional, consideramos llegado el momento de hacer pública nuestra identidad, como miembros de un grupo de reflexión que se ha dedicado a desarrollar ideas en favor de la renovación de nuestra profesión y de nuestro Colegio, el Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste de España.

Así, Colegio Minas 21 se nutre de las aportaciones de los siguientes ingenieros de minas:

Álvarez Antolín, José Florentino (C. 1.827 NO)
Álvarez Rodríguez, Beatriz (C. 2.740 NO)
Castañón Sanz, Ernesto (C. 697 NO)
Fernández Martínez, Benjamín (C. 699 NO)
Fernández Menéndez, José Ramón (C. 648 NO)
García Ongallo, Pedro (C. 2.590 NO)
Lombardía Fernández, Cristóbal (C. 1.072 NO)
Lobato Puente, José Luis (C. 560 NO)
Olay Sánchez, Andrés  (C. 2.566 NO)
Vallina Riestra, Celestino (C. 775 NO)
Vigil Iglesias, Jorge (C. 2.437 NO)

Estamos pues, a vuestra disposición, tanto para recibir vuestros comentarios e inquietudes, como para tratar de darles respuesta.

martes, 2 de noviembre de 2010

Comenzamos el debate de propuestas para la renovación del Colegio y el impulso de nuestra profesión

Queridos compañeros:
Una vez enviado nuestro primer comunicado por correo electrónico y publicado en nuestro blog, es fácil comprobar que el comentario que se ha prodigado con más frecuencia se refiere al anonimato del grupo. Comprendemos que, a priori, pueda producir un sentimiento de rechazo en muchas personas y no es nuestra intención mantenerlo mucho tiempo, pero con el blog abrimos una vía de aportaciones anónimas que a algunos les da mayor libertad para opinar sin cortapisas, sobre todo a los que están más mediatizados o tienen posiciones más frágiles. Pero mientras llega el momento de desvelar nuestra identidad, no queremos dejar de exponer algunas consideraciones.
Queremos agradecer cada comentario recibido. Hasta ahora no hemos tenido que rechazar ninguno. A pesar de la queja generalizada por razón del anonimato, hay una mayoría de comentarios que nos parecen positivos. Sólo participar exige ya un esfuerzo, pero hacerlo de modo constructivo, cuando se está amparado por el anonimato denota, en nuestra opinión, un alto grado de responsabilidad y un claro deseo de encontrar un cauce de mejora para nuestro Colegio. Suponiendo que esta interpretación sea correcta, habría una mayoría que compartiría una buena parte de nuestros planteamientos.
Si quien haya podido observar el funcionamiento del Colegio hace 30 ó 40 años lo comparara con el funcionamiento actual, notaría muy pocas diferencias. La razón esencial radica en que respondía entonces, y responde hoy, a un modelo fuertemente jerarquizado, respaldado por los propios estatutos particulares, con el resultado de que un grupo muy reducido, que diseñó el sistema sin contacto con la amplia base a la que debería servir, se ha visto respaldado a lo largo del tiempo por la minoría que participa en las Juntas Generales y en las elecciones, ante la indiferencia de las tres cuartas partes de los colegiados.
A lo largo de los años, muchos de nosotros hemos puesto nuestra confianza en los cargos elegidos y nunca nos hemos molestado en examinar de cerca los resultados obtenidos y en pedir cuentas, si la gestión no nos satisfacía. Primero, porque el sistema ve con hostilidad la demanda de información, pero también porque bajar a la arena supone un esfuerzo, a veces importante, y una pérdida de imagen difícil de asumir, porque el Colegio ni es nuestra empresa, ni tampoco nuestro ámbito personal, ambos escenarios en los que quizá todos sí coincidiríamos en la defensa a ultranza de nuestras respectivas posiciones.
La falta de participación activa de una mayoría de colegiados, la indiferencia de otros y el exceso de confianza de algunos que entregaban su voto al primero que lo demandara, sin que mediara una propuesta de actuación razonable, a la que uno se sintiera animado a apoyar, son las razones que explican la ineficacia y el alejamiento del Colegio del interés general. En este sentido, los controles periódicos y la transparencia son esenciales si queremos devolver al Colegio a una senda de eficacia, pero también lo será estimular y facilitar la participación activa de la mayoría de los colegiados, por lo que para ello queremos dejar claro que:
- Nuestro grupo nace con el propósito de luchar por un Colegio y un Consejo modernos y eficaces, que respondan estrictamente a las necesidades de los colegiados y de la profesión en el marco del interés general.
- No hay en nuestro ánimo ningún afán revanchista y tampoco dudamos del esfuerzo y las buenas intenciones de quienes en todos estos años han llevado las riendas del Colegio. Pero del pasado sólo nos importa conocerlo para superarlo. Trataremos de impulsar la participación abierta, en cuanto abandonemos el anonimato. Se trata de actuar de modo transparente, de forma que cualquier colegiado que dude de una decisión de la Junta de Gobierno, pueda conocer abiertamente, si lo desea, las razones por las que se tomó.
- El actual modelo de toma de decisiones para el funcionamiento del Colegio está fuertemente centralizado en las figuras de Decano y Secretario General, lo que perjudica la calidad de esas decisiones. Nosotros proponemos una forma distinta de trabajo, más descentralizado, en el que el peso de las diferentes áreas de trabajo descanse en los distintos vocales, de forma que la toma de decisiones sea esencialmente colegiada, donde el Decano sea un “Primus inter pares”.
- El vocal tendrá mayor protagonismo en la marcha del Colegio. Simultáneamente tendrá también más trabajo, y por tanto mayor responsabilidad, pero la forma de ejecutarlo no será individual, sino a través de comisiones, abiertas a la participación de los colegiados.
- Se crearán varias comisiones, tantas como áreas de interés se detecten en la agenda del Colegio. Cada una de ellas estará supervisada por un vocal, y participarán uno o dos vocales más (pero no el Decano), y los colegiados que lo deseen, en razón de su implicación en ese tema y de su conocimiento del mismo, hasta un máximo de 8, para que las reuniones no pierdan operatividad por exceso de participantes.
- El papel del Decano, adicionalmente a la coordinación de la Junta de Gobierno y presidencia de la Junta General, será la representación externa, de modo que el peso de la gestión del Colegio estará repartida de modo a evitar la concentración de poder.
Nuestro grupo tiene una idea clara del Colegio al que aspira, y espera encontrar sintonía en una mayoría de colegiados con la misma inquietud. En comunicaciones posteriores iremos completando nuestra visión para que sea debatida por todos los que no son indiferentes a la marcha del Colegio y para que, los que así lo deseen, se incorporen a Colegio Minas 21.