martes, 21 de diciembre de 2010

Entrevista en La Nueva España (21/12/2010)

Reproducimos la entrevista que La Nueva España realizó a Cristóbal Lombardía y a José Florentino Álvarez, candidatos a Vicedecano y Vocal del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, en las elecciones a celebrar el 22 de diciembre de 2010.
 
 «Proponemos dar un giro al Colegio para que ofrezca asesoramiento y formación»

 GIJÓN, ELOY MÉNDEZ

El Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, que agrupa a profesionales de Asturias y Galicia, afronta mañana, miércoles, unas elecciones cruciales tras la aprobación la ley Ómnibus, que elimina el cobro de la mayoría de los visados por obras para la Administración. Un grupo de colegiados formó hace unos meses la plataforma «Colegio Minas 21», que pretende dotar a la institución de un nuevo modelo de gestión, próximo al funcionamiento de una empresa. José Florentino Álvarez y Cristóbal Lombardía son dos de los candidatos de este grupo.

Cristóbal Lombardía y José Florentino Álvarez

-¿Qué pretende la plataforma «Colegio Minas 21»?
-José Florentino Álvarez: Lo que intentamos es algo diferente a todo lo que ha habido en el Colegio desde su fundación, hace cuatro décadas. Nuestra propuesta supone una pequeña revolución.
-Cristóbal Lombardía: El Colegio hasta ahora se limitaba a administrar unas determinadas funciones atribuidas por ley. Por ejemplo, para que un proyecto se pudiera presentar a una Administración tenía que ir visado. Ese visado era cosa del Colegio. Por eso, casi todos los estudiantes que acababan la carrera de Minas se colegiaban inmediatamente.

-¿Cómo se concretarán estas propuestas?
-C. L.: No son candidaturas cerradas. Pero nosotros pertenecemos a un grupo de personas que quiere darle un cambio radical al Colegio, porque pensamos que los tiempos están cambiando y que las circunstancias laborales de los ingenieros de minas son diferentes. Nos parece que los cargos que han gobernado el Colegio durante muchos años no son del todo conscientes de la situación actual que vive la profesión.
-J. F. Á.: Nuestro grupo propone dos ideas fundamentales. Por un lado, queremos que el Colegio deje de funcionar como un mero centro administrativo-burocrático. Queremos corregir este modelo de funcionamiento y sustituirlo por un modelo de gestión más eficiente, al modo empresarial. Es algo revolucionario porque el Colegio ha tenido hasta ahora una dirección muy endogámica, con el poder concentrado en dos o tres personas. Queremos repartir el poder ejecutivo entre todos los decanos vocales, lo que supone una reforma de los estatutos. Por otro lado y, en segundo lugar, queremos acabar con la apatía de los colegiados. A día de hoy, el Colegio está formado por 1.900 ingenieros, 1.500 en Asturias y 400 en Galicia. Existe un sentimiento de dejadez absoluta hacia el Colegio por parte de la mayoría, lo que supone la muerte lenta del colectivo en cuestión de pocos años. Nosotros queremos que los colegiados empiecen a ver el Colegio como un centro que les resulte útil. Para eso, queremos hacer un departamento técnico que preste servicios a los colegios y aproveche el conocimiento de los que tienen más experiencia.

-¿Cuál es la actual situación laboral de los ingenieros de minas en Asturias, tras el declive del sector minero?
-C. L.: La carrera de ingeniero de minas es muy amplia, pero tradicionalmente estaba centrada en tres sectores: la minería, la energía y la siderurgia. Pero hoy en día existe un abanico mucho más abierto y ya no hay tantas oportunidades en la minería. Además, en la energía hay mucha competencia de los ingenieros industriales. Por eso, queremos dar salida a todos los jóvenes que están acabando ahora la carrera.
-J. F. Á.: Antes, los jóvenes licenciados encontraban trabajo en cuanto acababan la carrera. Ahora eso no ocurre. Lo que queremos es defender la profesión del ingeniero de minas y darle valor. Yo soy profesor de la Universidad de Oviedo y tengo una empresa. En plantilla somos tres ingenieros, dos ingenieros industriales y yo. Cuando tuvimos que firmar determinadas licencias para unas obras, los industriales sólo tuvieron que presentar el título. Yo tuve que justificar que estaba capacitado para determinados proyectos. Esto pasa por la dejadez que ha tenido el Colegio, que no ha comunicado ni defendido nuestra profesión ante la Administración.

-¿Qué propuesta lanza la plataforma para potenciar la entrada de jóvenes en el mercado?
-J. F. Á.: Queremos también que los colegiados se interrelacionen y compartan conocimientos de cara a sacar un provecho profesional.
-C. L.: La ley Ómnibus ha eliminado la obligatoriedad de visados para la mayoría de los proyectos. Esto genera un problema económico para el Colegio, ya que los visados eran su principal fuente de ingresos.

-¿Qué nuevas tasas propondrán los miembros del grupo para la supervivencia del Colegio?
-J. F. Á.: La mayoría de los ingresos del Colegio estaban relacionados con los visados. Por lo demás, funciona como un club social. Lo que proponemos es dar un giro para que el Colegio ofrezca tres servicios: asesoramiento técnico ante determinados proyectos, interrelacionar a los colegiados para que se dé un mayor acceso profesional y completar la formación técnica de los colegiados. Por estos servicios cobraríamos una cantidad que genere ingresos para el Colegio, que ya no podrá vivir del cobro por visados como hasta ahora.
-C. L.: Además, el Colegio debe estar mucho más abierto a la participación de los colegiados, a través de los vocales. También queremos dotar de una mayor transparencia a la gestión del Colegio.

-La entidad «Colegio Minas 21» lleva a cuatro candidatos en las listas abiertas del miércoles. ¿Podrán impulsar de inmediato los cambios anunciados, si se tiene en cuenta que ninguno de ellos opta al cargo de decano?
-J. F. Á.: Nuestros objetivos no se acaban el 22 de diciembre. Nuestro objetivo a largo plazo es la renovación total dentro del equipo de gobierno.
-C. L.: Nos hemos dado a conocer como grupo hace apenas dos meses, pero nuestra intención es continuar. Hemos creado un blog, tenemos Facebook y hemos colgado un vídeo en You Tube, que es nuestra forma de darnos a conocer.

«Los licenciados de Minas conseguían trabajo nada más acabar la carrera, eso ya no ocurre»

jueves, 9 de diciembre de 2010

Elecciones de diciembre de 2010

Desde Colegio Minas 21 queremos concurrir al presente proceso electoral del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, cuya culminación tendrá lugar el próximo 22 de diciembre de 2010, con la elección de los candidatos para la renovación parcial de la Junta de Gobierno.

A este respecto, mostramos nuestro apoyo a Cristóbal Lombardía Fernández (C. 1.072 NO), candidato a Vice-Decano; y a José Florentino Álvarez Antolín (C. 1.827 NO),  Pedro García Ongallo (C. 2.590 NO) y Beatriz  Álvarez Rodríguez (C. 2.740 NO), como aspirantes a ocupar sendos puestos de Vocal.

Se trata pues de una candidatura joven, aunque no exenta de experiencia profesional, mediante la que se pretende contribuir a la tan necesaria renovación del Colegio, impulsando la línea programática que hemos consensuado y difundido en los últimos meses.

A modo de resumen de nuestros planteamientos, así como de presentación de nuestros candidatos, ofrecemos el siguiente vídeo de cuyo contenido queremos hacer partícipes a todos los colegiados.

http://www.youtube.com/watch?v=GmWc51NVlJ0

viernes, 3 de diciembre de 2010

Una perspectiva desde Galicia

Dedicamos esta entrada a la publicación de las “Sugerencias para la mejora del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España” que, desde Orense, nos ha remitido Enrique García Tamargo (C. 1.602 NO) a nuestra dirección de correo electrónico colegiominas21@gmail.com. La reproducción de su comunicación es textual y dice lo siguiente:
“Hace unas semanas que tuve conocimiento de la existencia del grupo Colegio de Minas 21, a través del correo electrónico que fue enviado a la cuenta de numerosos colegiados.
Habiéndome entrevistado con uno de los integrantes de este grupo – Jorge Vigil – en un par de ocasiones, durante los últimos días, he atendido a su sugerencia de exponer mis opiniones acerca de las mejoras que se deberían poner en práctica para el mejor funcionamiento de nuestro colegio profesional, más allá de las legítimas pretensiones de unos u otros para ocupar cargos en unas elecciones que pueden ser un motivo de debate interesante. Ante todo, esto no es más que la visión personal de un colegiado residente en Galicia, que lleva unos años dedicado al ejercicio libre de la profesión.
Desde un punto de vista general hay que recordar que en Galicia, durante el último lustro, gran parte de las preocupaciones colegiales han girado en torno a la posible segregación, que era en mi opinión una forma posiblemente equivocada de resolver una dejación realmente sentida por muchos colegiados gallegos, mayormente jóvenes y procedentes de la Escuela de Minas de Vigo. Entiendo que poner más fronteras entre colegios no parece una buena solución teniendo en cuenta la movilidad que caracteriza hoy el mundo laboral, y que por otra parte, aumentar el número de cargos y burocracia tampoco resulta una forma eficiente de administrar los recursos de los colegios profesionales; más bien habría que pensar en fusionar colegios como una forma de aunar esfuerzos y ahorrar costes, lo cual es tanto más importante en cuanto que los ingresos por visado van a reducirse de manera notable, como todos podemos suponer atendiendo a las últimas normas sobre visados. A modo de ejemplo resulta molesto que tenga llevar a visar un trabajo al Colegio del Centro en caso de que un plan de labores sea de una cantera de El Bierzo y al Colegio del Noroeste, en caso de que haga un trabajo similar para una cantera de Valdeorras, cuando todos sabemos que se trata de una zona entre la que hay un intercambio continuo de servicios profesionales.
Estos engorros, relacionados con la segregación, nos han hecho perder muchísimo tiempo frente a otros problemas reales que afectan al empleo y futuro profesional de muchísimos compañeros que no están precisamente cerca de la edad de jubilación.
Los problemas esenciales y las líneas de mejora son, en mi modesta opinión, los siguientes:
1. Ante todo, el primer objetivo real de nuestro colegio profesional ha de ser la defensa de los intereses de los ingenieros de minas en su conjunto, por encima de las actividades sociales o de ocio, que por agradables que resulten pueden ser sustituidas por iniciativas personales. Los mayores esfuerzos, nuestro tiempo y el presupuesto del colegio, han de estar prioritariamente dedicados a ese objetivo prioritario.
2. En Galicia, existe muchas veces una grave discriminación por parte de funcionarios públicos, que les hace cuestionar y negar la competencia de los ingenieros de minas para la realización de proyectos y trabajos no mineros. Se da la interpretación frecuente de que una instalación industrial no estrictamente minera – nave, depósito petrolífero, proyecto eléctrico o instalación de otro tipo - pueda ser proyectada y dirigida su ejecución – a juicio de bastantes funcionarios - si se encuentra en el interior de una cantera, pero no si está fuera del recinto minero, lo cual es absurdo desde cualquier punto de vista sensato, porque las exigencias reglamentarias son iguales o mayores en el caso de que la instalación esté en un recinto minero. Ante la posibilidad de rechazo y de acabar en un largo procedimiento de recursos administrativos y judiciales – en los que el cliente es el principal perjudicado – es frecuente que se desista del encargo del proyecto. Estas discriminaciones se hacen en muchos casos por parte de funcionarios ingenieros industriales o ingenieros técnicos industriales, pero también existe otro tipo de competencia desleal sobre la que habría bastante que comentar. Las consecuencias de este tipo de discriminaciones son que los ingenieros de minas que trabajen en el creciente campo generalista pueden verse forzados a una perpetua situación de subordinación o exclusión con respecto a otros ingenieros.
3. Desde el departamento de industria autonómico se promueven disposiciones legislativas que afectan de lleno a nuestra profesión sin que muchas veces se haya hecho todo lo posible – en mi modesta opinión - para modificarlas en el sentido favorable a los ingenieros de minas. Un caso, entre algunos más, que creo conocer un poco, es el del modelo vigente del plan de labores de las explotaciones mineras, demasiado detallado para lo que es la pequeña y mediana minería gallega.
En todo lo anteriormente expuesto el papel de nuestro colegio es completamente insustituible y necesario, aportando la fuerza que da la colectividad, el asesoramiento cualificado, así como la experiencia de situaciones parecidas en otras provincias españolas.
4. El funcionamiento del colegio ha de ganar en transparencia, a través de una información clara y detallada sobre las cuentas anuales, las actas de las reuniones de la junta de gobierno o de otro tipo, que todo colegiado ha de poder consultar de manera inmediata en cualquier sede del colegio o a través de su página web, con el fin de deshacer cualquier tipo de rumor o malentendido, teniendo en cuenta además en todo momento que el colegio pertenece a sus colegiados, y que todos han poder disponer por igual de toda la información sobre su funcionamiento. La página web es un excelente medio de comunicación pero que hoy en día se encuentra escasa de contenidos. Debería ser actualizada de forma constante facilitando todo tipo de información sobre nuestros campos de trabajo, las actividades del colegio, derechos y deberes del colegiado, ventajas que implica la colegiación, etc.
5. Los cargos y personal que atiende las oficinas del colegio ha de estar en permanente contacto con el colegiado. Ciertamente muchos cargos tienen que atender prioritariamente su actividad profesional, y no puede haber ninguna queja al respecto, pero el personal administrativo del colegio, ha de servir con diligencia y rigor al colegiado cuando se dirige a las oficinas del mismo, lo cual no es así en todos los casos. Cierta movilidad entre los cargos y una limitación de mandatos en los puestos puede ser también muy sana para la participación de todos.
6. El visado colegial de los proyectos ha de convertirse forzosamente en un verdadero sello de calidad mediante el cual el colegio garantice, realmente y de forma efectiva, una corrección formal en los proyectos y documentos técnicos que elaboremos los ingenieros de minas y que hayan de ser presentados en la Administración. Sólo así podremos asegurar que la mayoría de los clientes opten por realizar voluntariamente dicho visado.”

Ventajas de la colegiación: la fuerza del colectivo

Seguramente muchos de nosotros, por un motivo u otro, alguna vez nos hemos parado a pensar por qué seguimos colegiados, para qué nos sirve, a cada uno y a todos, este vínculo o qué hay de beneficioso en él. Es evidente que, aunque la colegiación reporta muchas ventajas, en los últimos tiempos la Junta de Gobierno del Colegio no las ha promocionado de forma adecuada.

Es importante destacar los campos en los que el Colegio realiza una tarea indispensable. Y para ello, no hay nada mejor que poner el punto de mira sobre aquellas profesiones que carecen de colegio profesional: por ejemplo, los ingenieros químicos o los ingenieros informáticos. Sin un Colegio que defienda su posición, se han convertido en colectivos proclives al intrusismo profesional, perdiendo áreas laborales que debieran ser de sus competencias y que han sido atribuidas legalmente a otras titulaciones. Esto es debido, principalmente, a la inexistencia de un organismo colegial que los represente ante el conjunto de la sociedad, haciendo valer sus atribuciones y facultades profesionales frente a los diferentes poderes del Estado.

Por otro lado, el Colegio, a través del Consejo Superior, realiza las negociaciones para la obtención, a precios ventajosos, de las primas de seguros de vida, incapacidad o accidentes, así como el indispensable seguro de responsabilidad civil, algo que sólo es posible cuando se dispone del respaldo de un colectivo numeroso. Además, del valor del visado de cada proyecto, el Colegio deduce la parte correspondiente al seguro de responsabilidad civil, por lo que finalmente, la prima acaba siendo gratuita. Aunque sólo fuera por este motivo, la existencia del Colegio es realmente útil, no sólo para los compañeros que visan, sino también para los que indirectamente se benefician de la actividad profesional que los primeros realizan.

Aun así, es común, entre las últimas promociones de ingenieros de minas, pensar en que, si no visan, ¿para qué les vale realmente estar colegiados? Creemos que esto ocurre porque, aunque los ingenieros de minas jóvenes son una parte fundamental del colectivo, el Colegio no les está prestando la atención debida.

En primer lugar, se debe explotar la posibilidad de proporcionar formación técnica específica, difícil de obtener por otros medios, bien debido a su alto coste en el mercado, o bien a su escasa accesibilidad por ser patrimonio del “know-how” empresarial. Autónomos, parados, estudiantes de último curso o compañeros que necesiten o quieran cambiar de sector, suelen tener esta formación fuera de su alcance. En este punto cabe destacar nuestra intención de contar con un grupo de veteranos, prejubilados y jubilados, cuya actividad consista, coordinados por las vocalías, en transmitir su conocimiento y experiencia a los más jóvenes.

En segundo lugar, uno de los de los principios del Colegio es el de facilitar el contacto entre los compañeros. Esto se sustancia actualmente mediante espichas, comidas y cenas. Pero aparte de lo festivo siempre bien recibido por todos, el Colegio debe de promover el contacto profesional y fortalecer la red laboral que lleva implícita. Potencialmente estamos ante un colectivo de casi dos mil compañeros que forman parte del Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste de España y si regularizamos la posibilidad de intercambios, ello supondrá un enriquecimiento generalizado. Esta red de contactos, debe de ponerse al servicio de los colegiados, para posibilitar la obtención de prácticas de los recién titulados, la citada formación básica en los diversos trabajos aportada por los veteranos con experiencia, así como proveer, a las federaciones empresariales, de listados de candidatos para su incorporación a las selecciones de personal.

En definitiva, el Colegio puede proporcionar importantes y variados servicios, con una mejora continua de su calidad, si dispone de personas, en su Junta de Gobierno, dispuestas a trabajar por ello.

colegiominas21@gmail.com

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Grandes líneas de actuación propuestas por Colegio Minas 21 para la renovación del Colegio

Desde Colegio Minas 21 queremos apostar por las siguientes líneas de trabajo para el Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, considerándolas fundamentales para mayor beneficio de sus colegiados:

1º Cambiar la estructura organizativa del Colegio. Potenciar la toma de decisiones colegiada. Distribuir las atribuciones del Decano entre los vocales, permaneciendo la representación externa en manos de éste. El objetivo es evitar concentración de poder y ganar en transparencia.

2º Funcionar como un “Centro de Servicios”. El Colegio debe dar el mayor número de servicios de carácter profesional al colegiado, compatible con su presupuesto. Detectar a través de encuestas las necesidades formativas y de apoyo que se precisen, con especial atención a los ingenieros recién titulados, y a aquellos que decidan reciclarse.

3º Pactar con el mayor número de empresas posible la realización de prácticas por parte de los ingenieros de minas recién titulados, proveyendo a las empresas de listas de candidatos para seleccionar nuevas contrataciones cuando así lo precisen, y colaborando a formar el perfil que necesiten. Mantener una política activa de contacto con las empresas.

4º Cambiar los estatutos particulares en la medida que lo requiera la ejecución de los puntos anteriores, especialmente el primero, limitando la repetición de los mandatos de todos los cargos electos y regulando otros aspectos relevantes. En este sentido, y con el fin de incrementar la calidad y accesibilidad de los procesos electorales, se trabajará en la implantación del voto electrónico.

5º Mantener las actividades sociales actuales, fiestas de Santa Bárbara, espichas, viajes, concursos de pintura y relato y también conferencias, que no cabe duda de que benefician a la totalidad de nuestro colectivo. Racionalizar fechas, ubicaciones y horarios de los actos para permitir una mayor participación de los colegiados.

6º Abrir una vía de participación en la gestión y en los trabajos del Colegio a los colegiados que lo deseen, siempre bajo la tutela de los vocales, para que aquellos que deseen mantener una actividad (especialmente los jubilados), puedan hacerlo sin necesidad de presentarse a las elecciones como vocales.

7º En caso de que tenga buena acogida el apartado anterior, se podría potenciar para crear un grupo de voluntarios, integrado por veteranos y jubilados que deseen transmitir su experiencia a los recién titulados o a profesionales en dificultades, permitiendo la realización de prácticas a los nuevos colegiados o a alumnos de las Escuelas a los que interese.

8º Todos los apartados anteriores deben beneficiar por igual tanto a quienes estén colegiados en Asturias como a quienes lo están en Galicia. En este sentido, se utilizarán los medios tecnológicos y los planteamientos organizativos más eficientes para que este objetivo sea posible.

9º Valorar la actividad del Consejo, qué hace y qué resultados obtiene y el coste de su funcionamiento para contraponerlos, rendimiento y coste, y proponer una adecuación de ambos, para que los problemáticos ingresos futuros del Colegio se empleen en el ámbito que mayor beneficio causen en el colegiado y en la profesión, aligerando, si ha lugar, la estructura fija del Consejo que tantos recursos ha consumido a lo largo de los años.

10º Limitar a dos los representantes de cada Colegio en el Consejo, prescindiendo del representante de la Asociación, que no tiene voto y que representa otro gasto superfluo.

11º Modificar la representación de cada Colegio en el Consejo, haciéndola proporcional al número de colegiados de base con que cuente cada Colegio, de modo que cada uno de los dos representantes ostentará en el Consejo un número de votos proporcional al número de colegiados inscrito en su Colegio.

12º Estudiar la mejor organización colegial para la defensa de los intereses y la profesión entre el Colegio Único con delegaciones en las regiones que se estime, el Colegio Autonómico, en donde el ámbito del Colegio se corresponde con el de la Autonomía y el Colegio Supra-autonómico, la configuración actual, donde todos los colegios extienden su ámbito a más de una Autonomía.

13º Creación de un Registro por la Secretaría Técnica, al que puedan acceder los vocales, con todos los asuntos que entran en el Colegio por cualquier vía, sea del ámbito privado o de las demandas de peritaciones o de consultoría procedentes del Colegio de Abogados, o de cualquier Órgano Judicial.

Quiénes somos Colegio Minas 21

Estimados compañeros:

Tras una primera etapa en la que nuestra iniciativa se ha presentado como anónima, sin otra pretensión que la de dar pie a un debate abierto, en el que todos los colegiados pudieran participar sin limitaciones impuestas por su contexto personal y profesional, consideramos llegado el momento de hacer pública nuestra identidad, como miembros de un grupo de reflexión que se ha dedicado a desarrollar ideas en favor de la renovación de nuestra profesión y de nuestro Colegio, el Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste de España.

Así, Colegio Minas 21 se nutre de las aportaciones de los siguientes ingenieros de minas:

Álvarez Antolín, José Florentino (C. 1.827 NO)
Álvarez Rodríguez, Beatriz (C. 2.740 NO)
Castañón Sanz, Ernesto (C. 697 NO)
Fernández Martínez, Benjamín (C. 699 NO)
Fernández Menéndez, José Ramón (C. 648 NO)
García Ongallo, Pedro (C. 2.590 NO)
Lombardía Fernández, Cristóbal (C. 1.072 NO)
Lobato Puente, José Luis (C. 560 NO)
Olay Sánchez, Andrés  (C. 2.566 NO)
Vallina Riestra, Celestino (C. 775 NO)
Vigil Iglesias, Jorge (C. 2.437 NO)

Estamos pues, a vuestra disposición, tanto para recibir vuestros comentarios e inquietudes, como para tratar de darles respuesta.

martes, 2 de noviembre de 2010

Comenzamos el debate de propuestas para la renovación del Colegio y el impulso de nuestra profesión

Queridos compañeros:
Una vez enviado nuestro primer comunicado por correo electrónico y publicado en nuestro blog, es fácil comprobar que el comentario que se ha prodigado con más frecuencia se refiere al anonimato del grupo. Comprendemos que, a priori, pueda producir un sentimiento de rechazo en muchas personas y no es nuestra intención mantenerlo mucho tiempo, pero con el blog abrimos una vía de aportaciones anónimas que a algunos les da mayor libertad para opinar sin cortapisas, sobre todo a los que están más mediatizados o tienen posiciones más frágiles. Pero mientras llega el momento de desvelar nuestra identidad, no queremos dejar de exponer algunas consideraciones.
Queremos agradecer cada comentario recibido. Hasta ahora no hemos tenido que rechazar ninguno. A pesar de la queja generalizada por razón del anonimato, hay una mayoría de comentarios que nos parecen positivos. Sólo participar exige ya un esfuerzo, pero hacerlo de modo constructivo, cuando se está amparado por el anonimato denota, en nuestra opinión, un alto grado de responsabilidad y un claro deseo de encontrar un cauce de mejora para nuestro Colegio. Suponiendo que esta interpretación sea correcta, habría una mayoría que compartiría una buena parte de nuestros planteamientos.
Si quien haya podido observar el funcionamiento del Colegio hace 30 ó 40 años lo comparara con el funcionamiento actual, notaría muy pocas diferencias. La razón esencial radica en que respondía entonces, y responde hoy, a un modelo fuertemente jerarquizado, respaldado por los propios estatutos particulares, con el resultado de que un grupo muy reducido, que diseñó el sistema sin contacto con la amplia base a la que debería servir, se ha visto respaldado a lo largo del tiempo por la minoría que participa en las Juntas Generales y en las elecciones, ante la indiferencia de las tres cuartas partes de los colegiados.
A lo largo de los años, muchos de nosotros hemos puesto nuestra confianza en los cargos elegidos y nunca nos hemos molestado en examinar de cerca los resultados obtenidos y en pedir cuentas, si la gestión no nos satisfacía. Primero, porque el sistema ve con hostilidad la demanda de información, pero también porque bajar a la arena supone un esfuerzo, a veces importante, y una pérdida de imagen difícil de asumir, porque el Colegio ni es nuestra empresa, ni tampoco nuestro ámbito personal, ambos escenarios en los que quizá todos sí coincidiríamos en la defensa a ultranza de nuestras respectivas posiciones.
La falta de participación activa de una mayoría de colegiados, la indiferencia de otros y el exceso de confianza de algunos que entregaban su voto al primero que lo demandara, sin que mediara una propuesta de actuación razonable, a la que uno se sintiera animado a apoyar, son las razones que explican la ineficacia y el alejamiento del Colegio del interés general. En este sentido, los controles periódicos y la transparencia son esenciales si queremos devolver al Colegio a una senda de eficacia, pero también lo será estimular y facilitar la participación activa de la mayoría de los colegiados, por lo que para ello queremos dejar claro que:
- Nuestro grupo nace con el propósito de luchar por un Colegio y un Consejo modernos y eficaces, que respondan estrictamente a las necesidades de los colegiados y de la profesión en el marco del interés general.
- No hay en nuestro ánimo ningún afán revanchista y tampoco dudamos del esfuerzo y las buenas intenciones de quienes en todos estos años han llevado las riendas del Colegio. Pero del pasado sólo nos importa conocerlo para superarlo. Trataremos de impulsar la participación abierta, en cuanto abandonemos el anonimato. Se trata de actuar de modo transparente, de forma que cualquier colegiado que dude de una decisión de la Junta de Gobierno, pueda conocer abiertamente, si lo desea, las razones por las que se tomó.
- El actual modelo de toma de decisiones para el funcionamiento del Colegio está fuertemente centralizado en las figuras de Decano y Secretario General, lo que perjudica la calidad de esas decisiones. Nosotros proponemos una forma distinta de trabajo, más descentralizado, en el que el peso de las diferentes áreas de trabajo descanse en los distintos vocales, de forma que la toma de decisiones sea esencialmente colegiada, donde el Decano sea un “Primus inter pares”.
- El vocal tendrá mayor protagonismo en la marcha del Colegio. Simultáneamente tendrá también más trabajo, y por tanto mayor responsabilidad, pero la forma de ejecutarlo no será individual, sino a través de comisiones, abiertas a la participación de los colegiados.
- Se crearán varias comisiones, tantas como áreas de interés se detecten en la agenda del Colegio. Cada una de ellas estará supervisada por un vocal, y participarán uno o dos vocales más (pero no el Decano), y los colegiados que lo deseen, en razón de su implicación en ese tema y de su conocimiento del mismo, hasta un máximo de 8, para que las reuniones no pierdan operatividad por exceso de participantes.
- El papel del Decano, adicionalmente a la coordinación de la Junta de Gobierno y presidencia de la Junta General, será la representación externa, de modo que el peso de la gestión del Colegio estará repartida de modo a evitar la concentración de poder.
Nuestro grupo tiene una idea clara del Colegio al que aspira, y espera encontrar sintonía en una mayoría de colegiados con la misma inquietud. En comunicaciones posteriores iremos completando nuestra visión para que sea debatida por todos los que no son indiferentes a la marcha del Colegio y para que, los que así lo deseen, se incorporen a Colegio Minas 21.

jueves, 21 de octubre de 2010

Presentación de Colegio Minas 21

Queridos compañeros:
Somos un grupo de ingenieros de minas, integrado por miembros de diferentes promociones y ámbitos profesionales. Todos compartimos nuestra preocupación por la situación de la profesión, así como por la marcha de nuestro Colegio, el Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, y su capacidad para abordar los problemas que actualmente nos afectan: por un lado, la reordenación de las titulaciones universitarias y las competencias profesionales, debida al Proceso de Bolonia; y por otro, la abolición del visado obligatorio y la liberalización de servicios, como consecuencia de la entrada en vigor de las leyes “Paraguas” y “Ómnibus”.
En este sentido, nuestro deseo es promover la participación de todos los colegiados,  para crear un colectivo de amplia base, comprometido con nuestra profesión y capaz de contribuir al diseño del mejor camino para hacer frente a los trascendentales retos en los que estamos inmersos.
A continuación ofrecemos, en unas pinceladas, nuestro punto de vista sobre los diversos aspectos que nos atañen.
Profesión: más sombras que luces
En las tres últimas décadas hemos asistido, no sólo al declive gradual de nuestra actividad más emblemática, la minería, si no que, además, hemos reducido nuestra presencia en otros sectores que, por el contrario, han experimentado gran desarrollo, convirtiéndose en pilares de la economía española.
A este respecto, desciende continuamente la presencia de ingenieros de minas en los sectores energético, fabricación, construcción y montajes, dando paso, fundamentalmente, a otros profesionales de formación más específica. Lo mismo ocurre en el caso de la metalurgia y la siderurgia, ésta última desparecida en el nuevo plan de estudios, y que apenas son asociadas a nuestra profesión por parte del sector empresarial implicado. Por si esto fuera poco, en los campos de la geotecnia y la obra civil nos vemos subordinados competencialmente a otras ingenierías.
También nuestra presencia en la administración pública y la enseñanza se ha visto mermada en los últimos años,  aunque sí es cierto que aparecen ingenieros de minas compartiendo el trabajo con todo tipo de titulados, técnicos o no, en los campos de la prevención de riesgos laborales, la calidad y el medio ambiente.
Finalmente, se constata que el número de compañeros en situación de paro o infraempleo mantiene una tendencia creciente en los últimos años, hecho que se ceba especialmente con los recién titulados.
El Colegio: viejas costumbres ante nuevos retos
Los colegios profesionales han permanecido demasiado pasivos ante los vaivenes que han sacudido nuestra profesión.
Ante el desarrollo de las normas que emanan de la aplicación del Espacio Europeo de Educación Superior, nos enfrentamos a un panorama aún incierto en relación al encaje definitivo de los estudios de Máster y al escenario de competencias que finalmente resulte.
Con la eliminación del visado obligatorio, se derrumba el modelo de financiación de los Colegios, que forzosamente habrá que redefinir en un tiempo récord. Ante su inminente entrada en vigor, nuestro Colegio ha mostrado dejadez e indefinición, sin que en la actualidad conste la existencia de un plan de viabilidad que asegure su solvencia económica.
Para revitalizar el Colegio se precisa mejorar  la participación de los colegiados, apostando por el rigor y la transparencia por medio de una modificación de estatutos que facilite el reparto de competencias y responsabilidades, elevando la figura del Decano a las funciones de representación externa y desarrollando un reglamento de régimen interno que favorezca la comunicación. Para llevar a cabo las tareas cotidianas del Colegio se debe fomentar la creación de comisiones sectoriales, presidas por vocales, e integradas por colegiados de acreditada experiencia en las materias a tratar, poniendo especial atención en que  sean representativas de las diferentes posturas que puedan darse.
Consejo Superior: un lobby sobredimensionado y poco representativo
Hace mucho tiempo que la organización de nuestro Consejo Superior se manifesta obsoleta. Carece de sentido que un Colegio con 30 ó 40  miembros posea la misma representación que otro con 2.000. Otras muchas profesiones han resuelto hace tiempo ese aspecto mediante la representación proporcional, pero nosotros hemos seguido anclados a un modelo desequilibrado e ineficaz.
También debemos plantearnos cuál es la mejor estructura colegial. Se trata de apoyar la que defienda mejor los intereses de los colegiados y de la profesión al margen de otras consideraciones de carácter político-administrativo.
La crisis actual nos lleva también a preguntarnos por la necesidad de mantener una plantilla fija tan elevada al servicio del Consejo, que encarece notablemente una financiación que se repercute sobre cada uno de nosotros. El objetivo final es conseguir un Consejo Superior adelgazado, eficiente, con un coste adecuado a los resultados que obtiene y que rinda cuentas de su actividad ante los colegiados.
Actividades y servicios: nuestro valor añadido
Las actividades y servicios ofrecidos por el Colegio deben ser considerados como una de sus señas de identidad, aprovechando las ventajas que la colectividad ofrece para aportar un valor añadido a nuestros colegiados, tanto en el ámbito profesional como en el personal.
Bien entendido que el Colegio ha de mantener su función social como plataforma de relación entre colegiados, y que por ello consideramos necesario el fomento de las actividades lúdicas actualmente programadas. Creemos que se debe dedicar un esfuerzo mayor a la formación de los colegiados que acceden por vez primera al mercado laboral, de los profesionales libres, de los que quieren o necesitan cambiar de sector profesional, así como de los que simplemente buscan reciclarse para crecer profesional o personalmente.
En definitiva, en la búsqueda de una posición común que defina las aspiraciones de nuestro colectivo, queremos abrir un amplio debate sobre la situación de la profesión y del Colegio, invitándoos a participar en este blog, Colegio Minas 21, que con tal fin hemos creado.